24/4/13

Confucio - Analectas (Lun Yu) - Capítulo 7

Capítulo 7

7.1. El Maestro dijo: «Yo me limito a transmitir, no invento nada. Confío en el pasado y lo
amo. En esto me atrevo a compararme con nuestro venerable Peng.»
7.2. El Maestro dijo: «Acumular conocimiento en silencio, estar siempre hambriento por
aprender, enseñar a los demás sin cansarme, todo esto me surge de forma natural.»
7.3. El Maestro dijo: «No cultivar la fuerza moral, no explorar lo que he aprendido, la
incapacidad de seguir lo que sé que es justo, y de reformar lo que no es bueno, todas éstas
son mis preocupaciones.»
7.4. Cuando permanecía en su hogar, el Maestro mantenía la compostura y la alegría.
7.5. El Maestro dijo: «Me estoy volviendo terriblemente viejo. Hace ya mucho tiempo que
no sueño con el duque de Zhou.»
7.6. El Maestro dijo: «Poned vuestro corazón en la Vía; basaos en la fuerza moral; seguid
la bondad; disfrutad las artes.»
7.7. El Maestro dijo: «Nunca negué mis enseñanzas a nadie que las buscase, aunque
fuera demasiado pobre para ofrecer algo más que un detalle de agradecimiento por su
educación.»
7.8. El Maestro dijo: «Yo instruyo sólo a los entusiastas; sólo guío a los fervientes.
Destapo sólo una parte de la cuestión, y si el estudiante no puede descubrir el resto, no digo
más.»
7.9. Cuando el Maestro comía cerca de alguien que estaba en duelo, nunca acababa
toda su comida.
7.10. El día que había llorado [por el duelo de alguien], el Maestro nunca cantaba.
7.11. El Maestro dijo a Yan Hui: «Sólo tú y yo podemos aparecer cuando se nos necesita,
y desaparecer cuando somos destituidos.»
Zilu preguntó: «¿Si hubieras tenido el mando de los Tres Ejércitos, a quién habrias
nombrado tu lugarteniente?» El Maestro respondió: «Como lugarteniente mío no hubiera
escogido a quien lucha con tigres o atraviesa ríos sin sentir miedo. Más bien a alguien que
estuviera lleno de temor antes de entrar en acción y prefiriera siempre una victoria lograda
mediante la estrategia.»
7.12. El Maestro dijo: «Si buscar la riqueza fuera un objetivo decente, la buscaría, aunque
tuviera que trabajar como portero. Pero siendo como es, prefiero seguir mis inclinaciones.»
7.13. Éstos son los asuntos que el Maestro aborda con cautela: el ayuno, la guerra y la
enfermedad.
7.14. Cuando el Maestro estaba en Qi, oyó el Himno de la Coronación de Shun. Durante
tres meses olvidó el sabor de la carne. El comentó: «Nunca imaginé que la música pudiera
alcanzar tal punto.»
7.15. Ran Qiu preguntó: «¿Apoya nuestro Maestro al duque de Wei?» Zigong dijo:
«Bueno, voy a preguntarle.»
Zigong acudió a Confucio y le preguntó: «Qué clase de personas eran Boyi y Shuqi?» —
«Fueron hombres virtuosos de la Antigüedad.» —«¿Acaso se quejaron?» —«Ellos buscaron
la bondad y obtuvieron la bondad. ¿Por qué habrían de quejarse?»
Zigong partió y comunicó a Ran Qiu: «Nuestro Maestro no apoya al duque de Wei.»
7.16. El Maestro dijo: «Aunque sólo se tenga poco arroz para comer, sólo agua para
beber y el brazo doblado por una almohada, puedes ser feliz. Las riquezas y los honores sin
justicia son para mí como nubes pasajeras.»
7.17. El Maestro dijo: «Dadme algunos años más; y si puedo estudiar los Cambios hasta
que tenga cincuenta años, me liberaré de hacer grandes errores.»
7.18. Ocasiones en las que el Maestro no se sirvió del dialecto: Cuando recitaba los
Poemas y los Documentos, y cuando celebraba ceremonias. En todas estas ocasiones
utilizaba la pronunciación correcta.
7.19. Cuando el gobernador de She preguntó a Zilu sobre Confucio, Zilu no respondió. El
Maestro comentó posteriormente: «¿Por qué no dijiste: "Es la clase de hombre que, en medio
de su entusiasmo, se olvida de comer, en su alegría olvida preocuparse, e ignora la
proximidad de la vejez?".»
7.20. El Maestro dijo: «Personalmente no estoy dotado con conocimiento innato. Soy
simplemente un hombre que adora el pasado y es diligente en investigarlo.»
7.21. El Maestro nunca habló de milagros, violencia, desórdenes ni espíritus.
7.22. El Maestro dijo: «Ponedme en compañía de dos personas al azar, e
invariablemente tendrán algo que enseñarme. Puedo tomar sus cualidades como modelo y
sus defectos como advertencia.»
7.23. El Maestro dijo: «El Cielo me invistió de fuerza moral. ¿Qué puedo temer de Huan
Tui?»
7.24. El Maestro dijo a sus discípulos: «Amigos, ¿creéis que os estoy ocultando algo? No
oculto nada. Todo lo que hago lo comparto con vosotros. Así es como soy.»
7.25. El Maestro se sirvió en sus enseñanzas de cuatro cosas: la literatura, las realidades
de la vida, la lealtad y la buena fe.
7.26. El Maestro dijo: «No puedo esperar encontrar a un sabio virtuoso. Me contentaría si
pudiera encontrar simplemente un caballero.»
El Maestro dijo: «No puedo esperar encontrar un hombre perfecto. Me contentaría con
poder encontrar simplemente un hombre de principios. Es difícil tener principios cuando la
Nada pretende ser Algo, el Vacío pretende ser el Lleno y la Penuria pretende ser la
Opulencia.»
7.27. El Maestro pescaba con caña, no con red. Cuando cazaba, nunca disparaba a un
pájaro en reposo.
7.28. El Maestro dijo: «Tal vez haya personas que puedan actuar sin conocimiento, pero
yo no soy una de ellas. El mejor sustituto para el conocimiento innato es escuchar mucho,
escoger lo mejor y seguirlo; ver mucho y conservar la imagen.»
7.29. La gente de Huxiang era sorda a toda enseñanza; pero un muchacho acudió a
visitar al Maestro, y los discípulos quedaron perplejos. El Maestro dijo: «Aprobar su visita no
significa que aprobemos lo que se halla detrás. ¿Por qué ser tan melindrosos? Cuando un
hombre se asea antes de una visita, apreciamos su limpieza, no deducimos de ella su
pasado o su futuro.»
7.30. El Maestro dijo: «¿Es la bondad algo inalcanzable? Mientras añore la bondad, ésta
se hallará a mano.»
7.31. Chen Sibai preguntó: «¿Conoce el ritual tu duque Zhao?» Confucio dijo: «Conoce el
ritual.»
Cuando Confucio se retiró, Chen, inclinándose ante Wuma Qi, lo invitó a adelantarse y
dijo: «He oído que un caballero nunca es parcial. ¿Pero no es acaso tu Maestro muy parcial?
El duque tomó una esposa de Wu, pero como pertenecía a su propio clan, la cambió el
nombre. ¿Si esto es conocer el ritual, entonces quién no conoce el ritual?»
Wuma Qi informó de esto a Confucio. El Maestro comentó: «Sin duda soy afortunado;
cada vez que cometo un error, siempre hay alguien para señalarlo.»
7.32. Cuando el Maestro estaba cantando acompañado, si alguien cantaba una pieza que
a él le gustaba, siempre le pedía que la repitiese antes de unirse a él.
7.33. El Maestro dijo: «Mi celo es tan fuerte como el de cualquiera, pero todavía no he
logrado vivir noblemente.»
7.34. El Maestro dijo: «No afirmo ser sabio ni haber alcanzado la perfección humana.
¿Cómo me atrevería a afirmarlo? Sin embargo, mi meta permanece inalterable y nunca me
canso de enseñar a la gente.» Gongxi Chi dijo: «Esto es precisamente lo que los discípulos
no logramos emular.»
7.35. El Maestro estaba gravemente enfermo. Zilu pidió permiso para partir y decir una
plegaria. El Maestro preguntó: «¿Existe tal cosa?» Zilu repuso: «Oh sí, la invocación es la
siguiente: "Os rogamos, Espíritus de lo alto y Espíritus de lo bajo".» El Maestro dijo: «En ese
caso, ya he estado rezando desde hace tiempo.»
7.36. El Maestro dijo: «La opulencia puede conducir a la arrogancia, y la frugalidad a la
tacañería. Es preferible ser tacaños que arrogantes.»
7.37. El Maestro dijo: «Un caballero es tolerante y libre; un hombre del vulgo siempre
está lleno de ansiedad y temor.»
7.38. El Maestro era afable, aunque severo; tenía autoridad sin ser despótico; era digno,
pero fácil de abordar.»

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