29/4/13

Confucio - Analectas (Lun Yu) - Capítulo 18

Capítulo 18

18.1. El señor de Wei huyó del tirano; el señor de Ji fue hecho esclavo por éste, y Bi Gan
fue ejecutado por amonestarlo. Confucio comentó: «La Dinastía Yin tenía tres modelos de
humanidad.»
18.2. Liuxia Hui era magistrado, y fue depuesto tres veces. Cuando las personas le
preguntaban: «¿Por qué no te vas a algún otro lado?», él respondía: «Si trabajas con
honradez, ¿dónde no encontrarás la misma suerte? Si trabajara en contra de los dictados de
mi conciencia, ¿para qué necesitaría dejar la tierra de mis padres?»
18.3. El duque Jing de Qi había invitado a Confucio, diciendo: «No puedo tratarlo lo
mismo que al señor Ji. Le trataré como si su rango estuviera entre el señor Ji y el señor
Meng.» Y a continuación añadió: «Soy demasiado viejo. No puedo emplearlo.» Confucio se
marchó [del estado de Qi].
18.4. Los habitantes de Qi enviaron al estado de Lu corno presente un grupo de
muchachas que bailaban y cantaban. El señor Ji Huan las aceptó, y durante tres días no
atendió los asuntos de la corte. Entonces Confucio se marchó [del estado de Lu].
18.5. Jieyu, el loco de Chu, pasó por delante de Confucio cantando:
¡Fénix, oh Fénix!
El pasado ya no tiene remedio,
pero el futuro todavía no está perdido.
¡Abandona, abandona!
¡Contados están los días de los funcionarios!
Confucio detuvo su carruaje, pues quería hablar con él, pero el loco aceleró el paso y
desapareció. Confucio no logró hablar con él.
18.6. Changju y Jieni estaban arando juntos. Confucio, que pasaba por allí, envió a Zilu a
preguntar dónde estaba el vado. Changju preguntó: «Quién está en el carruaje?» Zilu
respondió: «Es Confucio.» —«Confucio de Lu?» —«Él mismo.» —«Entonces ya sabe dónde
está el vado.»
Zilu preguntó entonces a Jieni, que preguntó a su vez: «¿Quién eres tú?» —«Soy Zilu.»
—«¿El discípulo de Confucio, de Lu?» —«Sí.» —«El universo entero es barrido por la misma
marea; ¿quién puede invertir su curso? En lugar de seguir a un caballero que va de un señor
a otro, ¿no sería mejor seguir a un caballero que haya renunciado al mundo?» Mientras tanto
continuaron atendiendo su campo.
Zilu regresó e informó a Confucio. Este pareció perdido en sus pensamientos y suspiró:
«Es imposible asociarse con pájaros y animales salvajes. ¿Con quién seguir en compañía si
no es con los de mi propia especie? Si el mundo siguiera la Vía, no tendría que reformarlo.»
18.7. Una vez que viajaba con Confucio, Zilu quedó rezagado. Entonces encontró a un
anciano que llevaba al hombro un cesto colgado de su cayado.
Zilu le preguntó: «¿Has visto a mi maestro?» El anciano respondió: «¿Quién puede ser tu
maestro si no te esfuerzas con tus cuatro miembros y no puedes distinguir siquiera las cinco
clases de cereal?» Entonces plantó su cayado en el suelo y empezó a sembrar.
Zilu lo miró respetuosamente.
El anciano lo invitó a pasar la noche, mató un pollo, cocinó un poco de arroz y le presentó
a sus dos hijos.
Al día siguiente, Zilu reemprendió su jornada e informó a Confucio.
El Maestro comentó: «El hombre que encontraste es un eremita», y envió a Zilu de vuelta
para buscarlo, pero al llegar al lugar donde vivía, Zilu descubrió que el anciano se había ido.
Zilu comentó entonces: «No está bien retirarse de la vida pública. No se puede ignorar la
diferencia entre la vejez y la juventud, y mucho menos las obligaciones recíprocas entre el
príncipe y el súbdito. No se pueden descartar las relaciones humanas más esenciales,
simplemente para preservar la propia pureza. Un caballero tiene una obligación moral de
servir al Estado aunque prevea que no prevalecerá la Vía.»
18.8. Quienes se habían retirado del mundo fueron Boyi, Shuqi, Yuzhong, Yiyi,
Zhuzhang, Liuxia Hui y Shaolian. El Maestro dijo: «No aceptar componendas ni insultos
puede resumir la actitud de Boyi y Shuqi.» Sobre Liuxia Hui y Shaolian comentó: «Hicieron
compromisos y sufrieron insultos, pero lograron conservar la decencia en sus palabras y la
prudencia en sus obras.» Sobre Yuzhong y Yiyi comentó: «Se hicieron eremitas y dejaron de
hablar. Permanecieron puros y se refugiaron en el anonimato. Personalmente hago las cosas
de diferente modo: no sigo prescripciones rígidas de lo que hay que hacer y de lo que no.»
18.9. Zhi, el gran maestro de música partió para Qi. Gan, músico del segundo banquete,
partió para Chu. Liao, músico del tercer banquete, partió para Cai. Que, músico del cuarto
banquete, partió para Qin *. El tambor Fangshu cruzó el río Amarillo. El timbal Wu cruzó el río
Han. Yang, el sustituto del maestro de música, y Xiang, que tocaba el carillón de piedra, cruzaron
al otro lado del mar.
18.10. El duque de Zhu dijo a su hijo, el duque de Lu: «Un caballero no descuida a sus
parientes. No da la oportunidad a sus ministros de quejarse de que no se confía en ellos. Sin
una grave causa, no despide a los viejos vasallos. De nadie espera la perfección.»
18.11. La dinastía Zhou tenía ocho caballeros: los hermanos mayores Da y Gua; los
siguientes hermanos Tu y Hu, los hermanos más jóvenes Ye y Xia, y los hermanos menores
Sui y Gua.

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