27/4/13

Confucio - Analectas (Lun Yu) - Capítulo 13

Capítulo 13

13.1. Zilu preguntó respecto al gobierno. El Maestro respondió: «Guíalos, anímalos.» Zilu
le pidió que desarrollase estos preceptos. El Maestro dijo: «[Hazlo] incansablemente.»
13.2. Siendo Ran Yong administrador de la familia Ji, preguntó acerca del gobierno. El
Maestro dijo: «Guía a los funcionarios. Perdona sus errores. Promueve a los hombres de
talento.» —«¿Cómo se reconoce a un hombre que tiene talento y merece ser promovido?» El
Maestro respondió: «Promueve a los que conoces [bien]. Los que no conoces difícilmente
permanecerán ignorados».

13.3. Zilu preguntó: «Si el soberano de Wei te confiara el gobierno del país, ¿cuál sería tu
primera iniciativa?» El Maestro respondió: «Sin duda sería rectificar los nombres.» Zilu volvió
a preguntar: «¿Lo harías realmente? ¿No es un poco inverosímil? ¿Para qué serviría esa
rectificación?» El Maestro respondió: «¡Qué aburrido puedes llegar a ser! Allí donde un
caballero no sabe, debe callarse. Si los nombres no se corrigen, el lenguaje carece de objeto.
Cuando el lenguaje carece de objeto, no puede llevarse a cabo ningún asunto. Cuando no
puede llevarse a cabo ningún asunto, languidecen los ritos y la música. Cuando los ritos y la
música languidecen, los castigos y las penas equivocan su blanco. Cuando los castigos y las
penas equivocan su blanco, las personas no saben dónde están. Por ello, un caballero debe
ser capaz de expresar cualquier cosa que conciba y debe ser capaz de hacer cualquier cosa
que diga. En el tema del lenguaje, un caballero no deja nada al azar.
13.4. Fan Chi rogó a Confucio que le enseñase agronomía. El Maestro respondió: «Mejor
pídeselo a un viejo campesino.» Fan Chi le rogó entonces que le enseñase horticultura. El
Maestro respondió: «Mejor pídeselo a un viejo horticultor.» Cuando Fan Chi se fue, el
Maestro comentó: «¡Qué hombre más vulgar! Si sus mejores cultivan los ritos, el pueblo no
se atreverá a ser irrespetuoso. Si sus mejores cultivan la justicia, el pueblo no se atreverá a
desobedecer. Si sus mejores cultivan la buena fe, el pueblo no se atreverá a ser mentiroso. A
un país así, la gente acudiría en masa de todas partes con sus bebés arropados en la
espalda. ¿Para qué sirve la agronomía?»
13.5. El Maestro dijo: «Imaginad a un hombre que puede recitar los trescientos Poemas,
le dais un cargo, pero no está a la altura de la tarea; le enviáis al extranjero en una misión
diplómatica, pero es incapaz de un simple intercambio de réplicas ingeniosas. ¿Para qué
sirve entonces todo ese vasto aprendizaje?»
13.6. El Maestro dijo: «[Cuando] él [el soberano] es recto: las cosas marchan por sí
mismas, sin necesidad de emitir órdenes. [Cuando] él [el soberano] no es recto: tiene que
multiplicar las órdenes que de todos modos no son seguidas.»
13.7. El Maestro dijo: «En política, los estados de Lu y Wei son hermanos.»
13.8. El Maestro comentó sobre el príncipe Jing de Wei: «Sabe cómo vivir. En cuanto
empezó a ser un poco próspero, dijo: "Esto es muy apropiado." Cuando su riqueza aumentó,
dijo: "Es muy cómodo." Cuando su riqueza se hizo considerable, dijo: "Es espléndido".»
13.9. El Maestro iba de camino hacia Wei y era Ran Qiu quien conducía el carruaje. El
Maestro comentó: «¡Cuánta gente!» Ran Qiu preguntó: «Cuando hay mucha población, ¿qué
debe hacerse?» —«Enriquecerla.» —«Y una vez que es rica, ¿cuál es el siguiente paso?» —
«Educarla.»
13.10. El Maestro dijo: «Si un soberano pudiera emplearme, en un año haría que las
cosas funcionaran y en tres años se verían los resultados.»
13.11. El Maestro dijo: «¡Cuán verdad es el siguiente dicho!: "Cuando buenos hombres
han gobernado el país durante cien años, puede superarse la crueldad y extirparse el
crimen".»
13.12. El Maestro dijo: «Incluso con un rey sabio, se necesitaría toda una generación
para que prevaleciera la humanidad.»
13.13. El Maestro dijo: «Si un hombre puede conducir su vida rectamente, las tareas del
gobierno no serían problema para él. Si no puede conducir su propia vida con rectitud,
¿cómo podría conducir rectamente a los demás?»
13.14. Cuando Ran Qiu acababa de regresar de la corte, el Maestro le preguntó: «¿Qué
te mantuvo allí tanto tiempo?» Ran Qiu respondió: «Había asuntos de Estado por resolver.»
El Maestro comentó: «Querrás decir asuntos privados. Si hubiera habido asuntos de Estado,
habría sabido de ellos, aunque ya no esté en el gobierno.»
13.15. El duque Ding preguntó: «¿Hay alguna sola máxima que pueda asegurar la
prosperidad a un país?» Confucio respondió: «Las simples palabras no pueden lograrlo. No
obstante, existe un dicho: "Es difícil ser príncipe, no es fácil ser súbdito." Una máxima que
pudiera hacer entender al soberano la dificultad de su tarea estaría cerca de asegurar la
prosperidad del país.»
«¿Existe una sola máxima que pueda arruinar a un país?»
Confucio respondió: «Las simples palabras no pueden lograrlo. No obstante, existe un
dicho: "El único placer de ser príncipe es no tener que padecer nunca la contradicción." Si
tienes razón y nadie te contradice, está bien; pero si estás equivocado y nadie te contradice,
¿no es éste un ejemplo de "una sola máxima que puede arruinar a un país?".»
13.16. El gobernador de She preguntó a Confucio sobre el gobierno. El Maestro
respondió: «Haz feliz a la población local y atrae emigrantes de lejos.»
13.17. Cuando Zixia era magistrado de Jufu, preguntó sobre política, y el Maestro dijo:
«No intentes acelerar las cosas. Ignora las pequeñas ventajas. Si aceleras las cosas, no
alcanzarás tu meta. Si persigues las pequeñas ventajas, las grandes empresas no darán su
fruto.»
13.18. El gobernador de She declaró a Confucio: «Entre mis súbditos hay un hombre con
una integridad a toda prueba: cuando su padre robó una oveja, lo denunció.» Confucio
comentó: «Entre mi gente, los hombres íntegros hacen las cosas de una forma diferente: el
padre encubre al hijo, el hijo encubre al padre y hay integridad en lo que hacen.»
13.19. Fan Chi preguntó sobre la humanidad. El Maestro respondió: «Sé cortés en la vida
privada; reverente en la vida pública; leal en las relaciones personales. Incluso entre los
bárbaros, no te apartes de esta actitud.»
13.20. Zigong preguntó: «¿Qué hay que hacer para merecer ser llamado caballero?» El
Maestro respondió: «Aquel que se comporta con honor y, cuando se le envía en misión en
las cuatro direcciones del mundo, no atrae la desgracia sobre su señor, merece ser llamado
caballero.»
«¿Y a continuación, si me atrevo a preguntar?»
«Sus parientes alaban su piedad filial y los vecinos de su pueblo elogian la forma en que
respeta a los ancianos.»
«¿Y a continuación, si me atrevo a preguntar?» «Se puede confiar en su palabra; acaba
todo lo que emprende. En esto, tal vez sólo muestre la obstinación de un hombre común, sin
embargo, podría probablemente llamársele caballero de categoría inferior.»
«A este respecto, ¿cómo calificarías a nuestros políticos actuales?»
«¡Ay de mí! ¡No merece siquiera mencionar a esos insignificantes!»
13.21. El Maestro dijo: «Si no puedo encontrar a personas que observen las
convenciones para asociarme con ellas, me contentaré con los locos y los puros. Los locos
se atreven a hacer cualquier cosas, mientras hay cosas que los puros nunca harán.»
13.22. El Maestro dijo: «Las gentes del sur tienen un dicho: "Un hombre sin constancia no
podría ser un chamán." ¡Qué verdad más grande!»
Sobre la afirmación de Los Cambios «Tener fuerza moral sin constancia lleva al
infortunio», el Maestro comentó: «No es necesario hacer un horóscopo para alguien así.»
13.23. El Maestro dijo: «Un caballero busca la armonía, pero no el conformismo. Un
hombre común, busca el conformismo, pero no la armonía.»
13.24. Zigong preguntó: «¿Qué pensarías de un hombre que gustase a todos los vecinos
de su pueblo?» El Maestro respondió: «No es suficiente.»
—«¿Y si no gustase a ningún vecino de su pueblo?»
—«No es suficiente. Sería mejor si lo quisiera la buena gente y no lo quisiera la mala
gente.»
13.25. El Maestro dijo: «Es fácil trabajar para un caballero, pero no es fácil complacerlo.
Si intentas complacerlo con actos inmorales, no estará complacido; pero nunca pide nada
que esté más allá de vuestra capacidad. No es fácil trabajar para un hombre común, pero es
fácil complacerlo. Intenta complacerlo, incluso con un proceder inmoral, y quedará
complacido; pero sus demandas no conocen limites.»
13.26. El Maestro dijo: «Un caballero muestra autoridad, pero no arrogancia. Un hombre
común muestra arrogancia, pero no autoridad.»
13.27. El Maestro dijo: «La firmeza, la resolución, la simplicidad y el silencio nos acercan
a la humanidad.»
13.28. Zilu preguntó: «¿Cómo puede uno merecer ser llamado gran caballero?» El
Maestro respondió: «Quien muestra cordialidad y una atención exigente, merece ser llamado
caballero. La atención exigente hacia los amigos y la cordialidad hacia los hermanos.»
13.29. El Maestro dijo: «Se necesita ser enseñado por buenos hombres siete años antes
de poder tomar las armas.»
13.30. El Maestro dijo: «Enviar a alguien a la guerra que no ha sido apropiadamente
instruido es mandarlo a la tumba.»

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