23/3/13

Goody - Sistemas parentales comparados: cristianos y musulmanes [medioevo clásico]


“La evloución de la familia y del matrimonio
en Europa” [Reseña bibliográfica]


de Jack Goody





Esta obra de Jack Goody cuenta, entre sus particularidades de forma, con una abundante cantidad de referencias bibliográficas con las que el lector se encuentra en el propio cuerpo principal del texto. Esta característica puede resultar engorrosa para el lector no especializado, pero a su vez enriquece los aportes respaldándolos y situándolos en un entramado de muy rica intertextualidad.

Su desarrollo se basa en la selección de 4 ejes específicos sobre los 7 con los que trabaja el autor Guichard (referencia recurrente en esta obra) para la caracterización de las estructuras de parentesco específicamente identificadas por contradicción entre los mundos medievales cristiano y musulmán. Los 4 ejes que elige Goody son descendencia (especialmente influyente sobre la propiedad material);  pareja conyugal, la posición de las mujeres y las características de la alianza matrimonial. El texto toma el ya mencionado antinomio de los mundos cristiano y musulmán, y analiza las formas de cada uno de estos 4 ejes, señalando los vínculos orgánicos entre las características estructurales que parecen tener su propia coherencia global en cada una de estas dos culturas:
El mundo cristiano: los vínculos adquieren importancia en una lógica de relaciones interpersonales; grupos familiares de corto alcance, fundamentalmente adaptados a la estructura de la familia nuclear, se conectan en términos familiares solo en los primeros grados de consanguinidad. Importantes vínculos "cognaticios", donde la linea materna de ascendencia es tan determinante como la paterna en la filiación y posicionamiento político-social. La influencia de las disposiciones eclesiásticas resulta influyente para las características ya mencionadas, y en la favorece un sistema de parentesco basado en la “unitas carnis” (unidad de la carne), potenciando la linea de descendencia directa y desterrando a las lineas laterales. Además de tener el particular rasgo del relevante parentesco espiritual, estas formas se caracterizan también por estar respaldadas en un sustento material mas estable, ordenado y formas de producción con acentuadas tendencias sedentarias.

El mundo musulmán: presenta un sistema de relaciones ínter-grupales adaptado a la forma de los clanes, vínculos familiares de largo alcance, y descendencia de carácter "agnaticio", fuertemente patrilineal. Presenta también una transmisión de derechos divergente, donde las mujeres tienen participación en la herencia; este atributo va a ser determinante para el carácter endogámico de las prácticas matrimoniales, en tanto y en cuanto una familia quiera preservar sus riquezas, los vínculos conyugales tienden a mantenerse en el ámbito de la familia (un vinculo conyugal muy común era el matrimonio de un tio con su sobrina). Estas estructuras, que también asoman tímidamente en algunas regiones de Europa continental, parecen ser favorecidos por sistemas menos sedentarios de sustento material, donde los vinculos familiares mas extensos cobran mayor relevancia.

En el análisis de la naturaleza de estas dos estructuras contrapuestas se destaca también la fuerte influencia que tiene la irrupción del cristianismo en la vida cultural europea hacia mediados del primer milenio después de cristo. Las modificaciones que introduce esta religión impactan con el sistema heredado greco-romano y algunos elementos absorbidos de la cultura de oriente medio: estas modificaciones van a ser determinantes en los siglos posteriores y se pueden encontrar claramente condensadas en documentos históricos como la carta del papa Gregorio a Agustín, o la obra del monje benedictino Beda.

Resulta relevante señalar el carácter materialista-histórico que subyace en los análisis de Goody; este elemento se manifiesta por ejemplo sobre el final del análisis de cada complejo cultural, donde el autor termina asociando las características estructurales de cada modelo a las condiciones materiales de desenvolvimiento social. Así también señala que, en un principio, la iglesia no poseía bienes raíces, y que su naturaleza cambió mucho en los primeros 5 siglos d.c. En sus comienzos era una secta dentro del judaísmo, luego fuera de el, y es el proceso orgánico de crecimiento material y aumento de influencia lo que lleva a la fuerte institucionalización eclesial.



La influencia de esta sobre el modelo cristiano-europeo está también fundada en los intereses materiales para el desarrollo de los objetivos eclesiales; es así que varias de las determinaciones del modelo de familia y vínculos que propone la iglesia termina favoreciendo, como ya señalé, la  acumulación patrimonial de la iglesia en detrimento de los patrimonios laicos en general.

Hay dos puntos específicos del modelo cristiano-europeo subordinados a la ambición patrimonial de la iglesia; se muestra uno de los puntos mas altos de capacidad de injerencia al rededor del siglo XI cuando los movimientos reformistas, exaltados en la figura del papa Gregorio VII, surgen con claras motivaciones de recuperar el terreno perdido por las depredaciones cercanas al siglo X:

Por un lado, los grados de restricción de incesto endogámico llegan a su máximo nivel contabilizando 7 grados de parentesco bajo el sistema germánico. Esta medida estaba orientada a debilitar el nivel de control del patrimonio y los legados por parte de los parientes, siendo especialmente eficiente en base a su capacidad de alejar al núcleo conyugal del núcleo parental. Favorecía así los legados y dones a la Iglesia.

Por otra parte, se instituye un control mucho mas estricto del celibato sacerdotal, bajo la misma lógica de proteger la propiedad de la iglesia. En este caso no se intentó favorecer el ingreso de nuevos bienes al patrimonio sino la preservación de aquellos ya apropiados. Si bien el celibato todavía padecía de algunos casos de incumplimiento y transgresión de su normativa, ningún hijo de esa situación iba a poder reclamar herencia alguna, dado que sea como fuere, resultaba un hijo ilegítimo.

Ademas, estos ejes se ven fortalecidos por el logro de legitimar al parentesco espiritual como superior y mas importante que el parentesco basado en la consanguinidad, y otras legitimaciones menores, como el matrimonio concebido como un asunto exclusivamente determinado por los contrayentes, desplazando asi la injerencia paternal que solía funcionar en favor de alianzas entre casas y/o convergencias patrimoniales.

Dada la competencia permanente entre los poderes laico y eclesial, los poderes señoriales no clericales van a tomar sus propias estrategias de contestación ante el pronunciado fenómeno de fragmentación de sus patrimonios mientras ven a la solidez de la consolidación patrimonial eclesiástica: uno de los puntos fuertes de esta respuesta va a ser la institución de la primogenitura que se consolida hacia fines del siglo XII.

A propósito de las características de la obra, resulta importante también el aporte epistémico-antropológico, a partir del cual Goody hace abstracción de la especificidad material-histórica de las estructuras de parentesco del occidente medieval y el occidente moderno. Sin este trabajo, se puede incurrir en errores de distorsión en un doble sentido, naturalizando las formas, o sobrecargando la especificidad histórica de las formas, al punto de disociarla de sus antecedentes y conexiones con otras experiencias históricas.
En contra de la obra, solo creo relevante señalar que ciertos atributos en la jerarquización de la información dificultan la lectura de los posicionamientos y las argumentaciones de fondo; por ejemplo, la opción de exponer la tesis al final del texto, o la ausencia de notas al pie.

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